Les doy la
bienvenida a este espacio deseándoles la mejor para este 2021, iniciamos en
esta modalidad semipresencial y al menos por ahora nos veremos en la escuela por grupos los
viernes de 14 a 15 horas. También planeo actividades semanales que serán enviadas
al grupo de WhatsApp que compartimos. La idea de este blog es tener lo más
ordenado posible las actividades y los avances en una plataforma que sea
accesible y de fácil uso.
La primera
entrada es una introducción genérica a la materia Observatorio de Medios para
de esa forma ir entrando en sintonía. Y para comenzar me pareció interesante un
artículo con fragmentos del libro “El respeto o la mirada atenta: una ética
para la era de la ciencia y la tecnología” de J.M. Esquirol.
¿Cómo se aprende a mirar? Se aprende a mirar, mirando, así como se aprende a pensar pensando. El ejercicio es el principal maestro. De ahí que pueda decirse que la visión no aprende sino de sí misma.
Cuando, por los motivos que sea, esta capacidad se ha ejercitado mal o está sujeta a diversas distorsiones, aprender a mirar significa mirar de nuevo, como si las cosas apareciesen por primera vez a la luz del sol. Aprender a mirar significará, también, detenerse en lo sencillo y en lo habitual. La mirada humana más penetrante es la que detecta el carácter extraordinario de lo más común.
Aprender a mirar es, fundamentalmente, aprender a prestar atención. Es corriente decir: «si prestas atención, verás que…». Tal es la clave: el prestar atención es condición y camino hacia el darse cuenta, hacia el ver o advertir algo.
A menudo, del contraste de la vista con el oído se pasa enseguida al contraste entre la imagen (lo que se ve) y la palabra (lo que se escucha), para luego insistir en que, mientras la imagen lo da todo hecho, la palabra exige mucho más de nuestra parte. Mientras la imagen nos afecta dejándonos más bien pasivos, la palabra nos interpela.
Pero, en realidad, este contraste tiene algo de simplista, sobre todo porque, al hablar de imagen, se piensa casi exclusivamente, en la imagen en pantalla (a la llamada «civilización de la imagen» sería mejor llamarla «civilización de la pantalla»). Ahora bien, aunque cada vez menos, todavía podemos ver cosas que no aparecen en las pantallas. Para esto nos hemos de aplicar, pues el mundo se nos muestra, pero no automáticamente. En el fondo, depende de nosotros el que se nos muestre, y para ello, hemos de «aprender a mirar». Sólo así, aprendiendo a mirar, se nos mostrará lo que puede llegar a mostrarse.
Casi lo mismo podría expresarse de otra manera. Si el sentido lo diese ya la imagen de lo que vemos, bastaría con mirar. Pero puesto que no es así, hay que hacer hincapié en el camino que nos lleva a «mirar bien», lo que significa: «a leer bien lo que se nos muestra».
Aunque todavía es más fundamental –y primero- el aprender a mirar y también a ver, Lo primero es mirar: si no se mira bien, no se ve. La visión está sujeta al movimiento. No se ve si no se mira. «Para ver claro –decía Saint-Exupéry-, basta cambiar la dirección de la mirada». La mirada está más ligada al órgano de la vista, aunque aquí, como ya he anticipado, lo ampliamos también a la mirada del alma, o de la mente.
TP N°1 – Fecha de entrega hasta el viernes 27 de marzo
1 - Elije un contenido audiovisual que conozcas (programa de
tv, radio, capitulo de una serie, película, video de youtube, streamer, perfil de Instagram, o el que quieras) Detalla
el nombre fecha y lugar en el que se emitió o publicó.
2 – Escribe una carilla sobre el contenido. Aspectos que
veas, las herramientas que son utilizadas para contar la historia por ejemplo
los tonos de voz, la vestimenta, la luz, los colores, si se utiliza placas,
fotos, memes. Y todo lo que puedas describir.
3 - ¿A quién crees que está dirigido ese contenido? ¿A quién
le habla? ¿Cómo es el público al que le interesa o sigue ese material
audiovisual?
4 - ¿Qué te pasa a vos al verlo? ¿Qué aspectos te gustan o
no de ese material?
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